Cádiz es la ciudad más antigua de Europa, lo que ya es una buena razón para visitar y admirar esta magnífica localidad.
La fundaron los fenicios y los tartesos, pero la han ocupado posteriormente los visigodos, los romanos y los musulmanes. El nacimiento de Gádir (ahora Cádiz) se remonta al 1100 a.C. Las leyendas populares, sin embargo, hablan de tiempos más remotos, atribuyendo la autoría de la ciudad al propio Hércules.
Si llegas por tierra, verás inmediatamente que la ciudad de Cádiz se sitúa en una estrecha península, conectada a tierra firme por una línea de tierra. En solo unos minutos, tras cruzar la zona más moderna, sus bloques de apartamentos y hoteles, llegarás al centro histórico. Sigue la carretera hacia la izquierda y llegarás al paseo, con enormes playas rodeando su costa.
Si puedes, es mejor llegar por vía marítima, tomando un barco de El Puerto de Santa María. Este camino durará una hora aproximadamente y es mucho más fascinante.
[Best_Wordpress_Gallery id=»5″ gal_title=»CADIZ»]Cuando visites la ciudad, no te olvides de:
1- Perderte en las estrechas calles del casco antiguo, olvidándote momentáneamente del mapa. Descubrirás rincones maravillosos que no podrán sino sorprenderte. La zona antigua no es tan grande, y ya tendrás tiempo para mirar el mapa y ver si has olvidado algo. Cuenta con innumerables iglesias, palacios y museos. Pero la catedral es de lo más interesante. La reconocerás de inmediato por su cúpula, cubierta de cerámica mayólica de un amarillo estridente, casi de oro. Y, al fondo, el Océano Atlántico.
2- Un paseo por el Parque Genovés, un hermoso jardín con árboles antiguos de troncos enormes. Verás palmeras y plantas exóticas, plantas en forma de esculturas, fuentes y el propio océano. Además, es un buen refugio en las horas más calurosas en los días de verano.
3- Una visita al Oratorio de San Felipe Neri. Este palacio ha sido declarado monumento nacional. Alberga una de las obras de Murillo, pero ahí no reside su fama. En sus dependencias nació la primera Constitución Española en 1812.
4- Probar las mejores tapas y papelones de pescadito frito en la misma costa.
5– Sentirte un James Bond o una Chica Bond en la Caleta. Esta playa siempre está llena en verano, pero vale la pena admirar su paisaje de cine. Está flanqueada por dos maravillas: a la derecha, el Castillo de Santa Catalina; a la izquierda, el de San Sebastián.
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