Tu votación

dfgdfg

Existen pocos eventos, si los hay, que estén tan bien organizados como los Juegos Olímpicos de verano, a los que acuden los equipos nacionales de cada país para competir y demostrar sus destrezas. Se celebran cada cuatro años en una ciudad diferente en la cual los distintos competidores, procedentes de todas las partes del mundo, participan en una gran variedad de eventos deportivos: desde la hípica, pasando por el tiro con arco hasta llegar a la carrera de los 100 metros lisos. El atractivo de los juegos reside en las personas que, de repente, se convierten en aficionados incondicionales de los deportes cuando antes no les interesaban lo más mínimo. En mi caso, es la prueba de remo la que me mantuvo pegado al televisor durante 2 semanas. Aunque para muchos es la esgrima, el boxeo o el taekwondo.

La verdadera fama de los juegos viene por el hecho de que tanto competidores como asistentes inundan durante el tiempo de juegos todo de magia. Durante las 4 semanas de los Juegos Olímpicos y paralímpicos la asistencia fue de unos 700 000 aficionados de visita a la capital del Reino Unido (Londres). Entre ellos, visitantes sobre todo de países como Vanuatu y Aruba. Como te podrás imaginar los organizadores de los Juegos (COI) tienen que dar la bienvenida y agradecer tanto a participantes como al público en general; de modo que los Juegos Olímpicos se convierten así en un gran acontecimiento donde tiene lugar un intercambio intercultural entre personas de diferentes creencias, lenguas y culturas.

Para ello, se colocaron señales indicadoras a los visitantes con el fin de que todos y cada uno de ellos tuviesen la información necesaria para no perderse ninguna prueba. Como era de esperar, no todos los visitantes sabían inglés por lo que los carteles se tradujeron en diferentes idiomas para evitar cualquier posible problema lingüístico. Sin embargo, los organizadores cometieron un error muy significativo a la hora de traducir las señales al árabe.

En las señales que daban la bienvenida, no había dudas de que existían errores de incoherencia en la traducción al árabe, hecho que no pasó inadvertido para los visitantes árabes ya que pensaron que éstas estaban escritas en persa al no entender nada de lo que se anunciaba. Es evidente que la organización cometió varios errores, por un lado, no cayeron en la cuenta de que el árabe se lee de derecha a izquierda y por otro lado, había mucha separación entre las palabras. El equivalente en inglés sería N O D N O L O T E M O C L E W (Welcome to London). El fallo apareció en todas las señales de bienvenida así como en las camisetas de los voluntarios que había repartidos por Londres.

Los organizadores dijeron que la metedura de pata fue consecuencia de un fallo en la traducción por parte del Software que utilizaron. Este acto de ignorancia sigue siendo un rasgo indicativo de que no hay que confiar ciegamente en los traductores automáticos y de que si se hubiera utilizado la ayuda de una agencia de traducción profesional este error no hubiera ocurrido. Para la próxima vez, los organizadores se lo pensarán dos veces antes de cometer un nuevo error tan importante durante unos Juegos Olímpicos.

 

Traducido por: Marc Tamarit

Enlace al artículo original: LONDON OLYMPICS TRANSLATION BLUNDERS