EL HÚNGARO EL IDIOMA MÁS DIFÍCIL DE EUROPA

El húngaro, o magyar, es el idioma oficial de la República de Hungría. En todo el mundo hay cerca de 14 millones de húngaro-parlantes. La mayoría reside en Hungría y algunas zonas de Rumania, Eslovaquia, Ucrania, Serbia, Croacia, Austria y Eslovenia. Chico Buarque, en su novela «Budapest», dijo que el húngaro es el único idioma que el diablo respeta. El húngaro, perteneciendo a una raíz casi propia y diferente en todo de la mayoría de las lenguas habladas en Europa, es prácticamente imposible que pueda ser comprendido ni en forma hablada, ni en forma escrita a la primera por un italiano, español, alemán, francés o inglés.

En Europa, la mayoría de las lenguas tienen raíz indoeuropea, la cual dio origen a más de 80 lenguas como las germánicas, eslavas y románicas. Pero el húngaro tiene otra raíz: pertenece al grupo de las lenguas fino-ugrias de la familia de las lenguas urálicas, más específicamente al subgrupo de lenguas ugrias. La teoría aceptada por la Academia Húngara de Ciencias es justamente que el húngaro sea una lengua urálica. Esta filiación es ampliamente aceptada por los lingüistas, no obstante es una teoría bastante débil. Hay otras teorías que afirman que esta lengua esté emparentada con el turco o con el hunno. Sin embargo, estas últimas teorías no tienen ningún fundamento lingüístico comparativo.

De todas formas, el húngaro comparte con las lenguas urálicas el rasgo tipológico de ser  una lengua aguilante: las palabras se forman uniendo monemas independientes. En el húngaro estos monemas se van pegando dependiendo de lo que se quiere decir y también de las vocales que hay dentro de la palabra. Además, en las frases el orden de las palabras se establece por la importancia que se le quiera dar a una determinada parte de la frase.

El húngaro cuenta en su alfabeto con 45 letras con diferencias muy sutiles entre ellas. Si a todo esto le añadimos que cuenta con 14 vocales, todas con diferente pronunciación, no es de extrañar que esté en la lista de los idiomas más difíciles del mundo.

De todas formas, hay que tener en cuenta que los húngaros llegaron a Europa desde los Urales a finales del siglo IX, entonces en época muy reciente. Y si tenemos en cuenta también el contexto predominantemente indoeuropeo que rodea Hungría, nos resulta fácil comprender por qué ese idioma se ha ganado la reputación de ser muy difícil de aprender.

Marina Furlan